En la película Cinema Paradiso encontramos una mirada a lo que fue el cine en pleno tiempo de posguerra. Esta historia cuidadosamente construida nos presenta a Totó, un niño que aun representa ese enamoramiento que muchos vivimos por esa realidad paralela de las historias que vemos en la pantalla. Esta es una invitación para disfrutar desde diferentes perspectivas una de las narraciones más profundas que cuenta cómo era el mundo cuando el cine lo era todo.
Fotograma de Cinema Paradiso de Giuseppe Tornatore
Comentarios
En mi opinión la película está muy bien hecha, es fácil entender la idea principal la cual es mostrar la era del cine después de la guerra, y también como era el mundo en esa época, como el vestuario, las ciudades, el transporte, la forma de vida y una de las cosas que llamo más la atención es como el sacerdote o cura tenía la autoridad de revisar y cortar la película en partes no aptas para todo público (un beso entre dos personas). Es una película que en mi opinión tiene muy buen sonido e imagen para el tiempo en que la grabaron (1988), también tiene una gran banda sonora y por último tiene un buen mensaje que es que uno nunca se debe olvidar de las personas y de la ciudad que lo formo a uno de pequeño a pesar del dinero que tenga.
Esta película nos presenta a Salvatore, un cineasta italiano de renombre, que recibe la noticia de la muerte de Alfredo, un amigo de su infancia y su juventud que le descubrió la magia del cine y le impregnó su amor por el séptimo arte. A través de dos largos flashbacks Salvatore rememora su infancia y juventud en un pequeño pueblo italiano. En el primer flashback tornatore nos presenta a Salvatore, un niño de seis años que junto a su hermana viven con su madre, una mujer que ha visto partir a su marido al frente y no pierde la esperanza en su regreso. Poco a poco Totó caerá fascinado por el embrujo del cine y tratará por todos los medios que Alfredo (el proyector) le haga un hueco en su cabina para mostrarle todos los secretos del cine y los entresijos de su oficio. La segunda parte del filme, también en clave de flashback, recupera la adolescencia de Salvatore. En este bloque su amor por Elena, bella y discreta hija del banquero del pueblo, es el principal eje de la trama. En el último tercio de la cinta la acción se traslada de nuevo al presente y narra la vuelta de Salvatore al pueblo para acudir al entierro de su gran amigo Alfredo. Su regreso significará un reencuentro con su pasado, con sus recuerdos y con sus sentimientos.